Bárbara Lennie Online
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Yo no te lo pedí (Lemans)

3 participantes

Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 3:51 pm

Llevaba tiempo queriendo escribir algo como esto y necesitaba la dosis de hartazgo y aburrimiento tormentoso justa para darme el empujoncito. Como esta cosa total y absolutamente boba de foro no me deja ponerlo en un solo mensaje, lo pondré en dos, pero es la misma historia de un único capítulo. No sé qué tal habrá quedado, pero estoy satisfecha. Además, me ha servido para descubrir que en la escena de la ruptura el cuello de la camisa de Mario está manchado de maquillaje Wink


Yo no te lo pedí

—Yo no te pedí que lo hicieras, así que no me hagas pagarlo a mí.
—Vale. Gracias.


Pero no te basta, no aprendes. Te has ido, pero ya vuelves a por más. Cierras la boca cuando tienes a Requena delante, no se lo dices porque mis palabras te han hecho mella. No puedes descansar, no vas a descansar nunca si no lo cuentas. Pero yo no te lo pedí. Yo no te pedí que lo hicieras. Déjame ser policía al menos, intentar que no haya más como yo aunque como tú ojalá hubiera más. Me salvaste aunque no llegaras a tiempo para salvarme. Me salvaste, ¿te enteras? ¡Olvídate de una vez! Olvídalo todo como te he dicho antes, joder. Olvídate, olvídalo. Y olvídame a mí. Quizá.

Te presiono para tentar a la suerte, quiero oírte el porqué de tu silencio ante Requena aunque ya lo conozca. Me hace falta escuchártelo. Necesito sentirme segura como lo estaba antes. Segura de todo, de ti, de mí misma. Hasta segura de nosotros, si es que puedes creerme, que lo dudo. Nunca me he portado muy bien contigo, sobre todo últimamente. Te he dado coces que no te mereces y tú siempre vuelves a por más. La manía que tienes de tropezarte constantemente con la misma piedra es algo enfermizo. Háztelo mirar. O mejor, quédate a mí lado, date otro golpe y hazte otra brecha.

Te revuelves en tu asiento y comienzas a hablarme con ese tono de voz suave, ese que aprendí a querer en susurros aunque nunca te lo diría. Nunca te lo diré. Jamás. No va conmigo, ya lo sabes. Ya te has acostumbrado, no lo buscas. Mejor, sabes que no lo encontrarás en mí, que yo antes no era así y ahora, menos todavía. Ahora ya no soy, punto.

No puedo mirarte cuando te disculpas. Deja de pedirme perdón, no me digas que lo sientes. Que lo sientas o no es cosa tuya, no mía. Si tú lo sientes, imagínate cómo estoy yo. ¿Que estás jodido? Ponte a la cola. A ti no te pegaron, no te bajaron la ropa de un tirón, no te humillaron, no te rompieron la carne y el alma, no tuviste que aguantar esas carcajadas. Estás mal, sí. Prefiero no pensar por qué aunque ya lo hago. Lo hago y me jode, me deja más jodida de lo que ya lo estoy por imposible que parezca.

—Sé lo jodido que estás tú—digo en un tono de voz que me sale ronco, sin ganas—y lo jodida que estoy yo.

Y tú intentas desjoderme con una de tus caricias como si fueran a solucionar algo. No puedo soportar ver tus dedos sobre mi piel aunque la tela haga de intermediaria. No aguanto que me toques, no puedo contigo ni con tus mimos paliativos desde entonces. Que lo sientes. Claro. Dime, ¿qué sientes? ¿No haber llegado? ¿Haber tenido que disparar para lavar mi honra? ¿Tener que mirarme a la cara cada mañana?

Me revienta, pero sé que la culpa te matará si no lo hago yo antes. No te esfuerces, déjalo ya, Mario. Deja de intentar cuidarme y arreglarme, de lavarme las pesadillas de sangre negra que me ahoga. No tienes ni puta idea de nada. Tú eres el recto, el virtuoso, el chico de oro. Debiste haber adivinado que esta chica mala te destrozaría la vida. Pero anda y que te jodan, ya sabías lo que pasaría aunque ni tú ni yo nos imaginábamos que sería de esta manera.

Estaba segura de que terminaría por hacerte daño, de que tú y yo no podemos estar juntos porque, por mucho que me joda admitirlo, me parezco demasiado a Corso a ratos. Lo supe desde el principio, desde el momento en que te convertiste en ese chico tan mono que me iba detrás y no comprendía mis burlas y mi desdén. Lo sabía, sabía que en algún momento de debilidad te llevarías el gato al agua y que el agua terminaría por ahogar al gato. Había pensado en terceras personas, incluso en que fuera Corso quien me arrancase de tu lado. Nunca creí que pudiera ser por Escobar, que ese hijo de puta me violaría y conseguiría que acabásemos odiándonos a nosotros mismos y el uno al otro.

—Si por lo menos me dejaras…

No te rindes. Nunca, nunca tiras la toalla. No te cansas, no quieres entenderlo. Ojalá pudiera ayudarte o al menos dejar que me ayudes. Pero no puedo. Y tú tampoco puedes. No hay nada que pueda dejarte hacer precisamente porque el daño ya está hecho. No puedes arreglarme. No puedes arreglarnos. Me encantaría confiar en ti, creer que podrás, que al final terminaré sonriendo otra vez y no por compromiso, sino con ganas. Sé que no va a ser así. Ya no sé lo que es una sonrisa, el brillo del sol me la trae floja y el trino de los pajarillos me hace querer liarme a tiros porque sí. Si por lo menos te dejase…

—…abrazarte o…

Continúas. Abrazarme, quieres abrazarme, tenerme entre tus brazos como antes. Antes funcionaba. No me gusta que me veas débil aunque lo sea. Sabes que lo soy, que a veces me he despertado en mitad de la noche sin motivo y solo tus brazos me han calmado. Que cuando no estoy bien te rehúyo y ese es precisamente mi modo de decirte “ven, te necesito”. La diferencia es que ahora te evito sin más, sin intenciones ocultas. No te quiero cerca, Mario. Déjame sola. Quiero estar muerta, descansar en paz de una vez. No intentes resucitarme, deja tu reanimación cardiopulmonar y tu tablero de ouija.

—Ya sé que no lo estoy poniendo fácil—admito por miedo a que mi silencio te anime a seguir hablando—, ya lo sé.

No quería mirarte. No, porque sabía lo que me encontraría. Sabía que vería tus ojos culpables incapaces de cruzarse directamente con los míos. Estás jodido. Verme jodida te jode aún más. Estamos jodidos los dos, hechos una puta mierda, tanto que ni llamándolo así, con palabrotas de estas que merecen que me llenen la boca de jabón, el dolor se calma. Estamos mal tú y yo, hechos una pena.

Quizá tengas razón, quizá debería… Debería. Pero no sé si puedo. Ni siquiera sé si quiero. No es fácil, lo entiendes, ¿verdad? ¿A que sí, a que lo sabes? No puedo necesitarte ahora. Nunca he podido, nunca he sabido necesitarte de verdad justamente por lo mucho que te necesito y que te quiero. Tú sí, tú siempre has ido con el corazón en la manga, como dicen por ahí en lenguas bárbaras. Siempre has sido sincero y me has dejado ver lo importante que soy para ti. Quieres que confíe en ti, en nosotros. Que me cure o al menos lo intente. Pero yo no voy a poder. Tú tampoco. Estamos jodidos, jodidos sin remedio.

Y tiene gracia, pero no puedo decírtelo. Yo soy la violada, la jodida en el sentido literal de la palabra. Soy esa zorra estúpida que no esperó refuerzos y te ha hecho desviarte del buen camino. A veces creo que me odias porque hago que te odies a ti mismo. A veces te odio porque me haces odiarme a mí misma. Porque no llegasteis a tiempo. Llegasteis, los dos. Llegasteis tarde, no pudisteis salvarme a mí, solo a mi honra perdida como si esto fuera una obra de Lope de Vega y yo, la damisela en apuros débil y pusilánime que el caballero de la brillante armadura debe rescatar. Casi lo consigues. Casi me rescatas, pero llegaste tarde. Llegasteis tarde.

Al menos tú tuviste los huevos de apretar el gatillo. Te atreviste de pronto, tan de sopetón que creo que ni siquiera tú te diste cuenta hasta que Escobar cayó muerto al suelo. Le mataste la risa de un balazo. Te lo cargaste cuando se reía de mi dolor, cuando se burlaba diciendo que le saldría gratis. Es cierto, no pagó nada, fuiste tú quien le entregó una moneda de plomo. Una jodida moneda que nos está costando tanto a todos, sobre todo a ti y a mí. No es justo, no soy justa. Me necesitas y necesitas que te necesite. No sé si podré, pero… Pero necesitas que te mienta, que te haga creer que detrás de la capa de nubes hay un sol grande y bonito de esos que salen en las canciones cursis que tanto te gustan.

—Mario, vamos a salir de esto, ¿vale?

No me miras. No te tragas mis palabras porque ni yo misma me las creo. Aun así, el pequeño gesto que haces con la cabeza mientras respiras hondo se parece sospechosamente a un asentimiento. Tú también quieres. Tú también estás tan roto como yo pero te haces el fuerte. Sé fuerte. Sé fuerte para mí, para que no tengas que necesitarme. Para que algún día me puedas perdonar todo lo que estás pasando por mi culpa. Y por la tuya. Llegasteis tarde. Apretaste el gatillo. Y ahora me odias.

—Pero tenemos que olvidar.

Olvida y olvídame, es lo mejor para todos. O al menos para ti. Yo estoy tan hecha trocitos que es mejor que no te molestes. No puedo decírtelo, de todos modos. Sé que no me harás caso, que te dejarás la piel intentándolo. Cogerás todos los botes de pegamento que haya en el mundo, recolectarás mis piececitas y te pondrás a ello con tanta dedicación que no importará cuánto te diga que lo dejes estar porque precisamente ese será un indicio de que no estoy bien, de que todavía falta mucho por hacer. Nunca lo aceptarás, pero estoy rota. Y a ti te destroza verme hecha añicos.

Cúrame. Tal vez debería decirte eso, que me cures. No como psicología inversa para que te alejes de mí, sino como algo muy serio. ¿Serías capaz si lo intentase? ¿Podrías arreglarme como si fuera uno de esos ordenadores averiados que se te dan tan bien? No puedes borrarme este virus, parte de mi código está destruido y las aplicaciones no podrán funcionar igual que antes si el kernel se ha ido al carajo. Pero inténtalo. Vamos, haz la prueba. Reinstálate en mi vida.
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 3:51 pm

Respiras hondo una vez más, quizá en un intento de evitar que se te encharquen los ojos como lo están haciendo. Intento llamar tu atención con un pequeño “hey”, pero no consigo nada. Sacudes la cabeza con movimientos cortitos y rápidos tratando de contenerte para no estallar en llanto. No sé explicar bien por qué, pero creo que me gustaría que lo dejaras, que parases de intentar hacerte el fuerte y te echases a llorar. Quizá así querría consolarte. Quizá así no podría. Quizá así las lágrimas también fluirían de mis ojos. Quizá así nos apaciguaríamos mutuamente. Quizá así nos curaríamos el uno al otro.

—Es imposible, Leo. Yo no puedo olvidar.

¿Cómo te atreves? No puedes decirme eso, no puedes tirar por tierra las pocas esperanzas que me quedan de poder llevar algún día una vida medio normal con los recuerdos a dos metros bajo tierra, en esa misma fosa donde echaron a ese gusano llamado Escobar, espero que con el ataúd boca abajo para asegurar. Tienes que olvidarlo todo, a mí incluida. Olvídate, pasa página con o sin mí porque ni yo misma sé de qué cara de la hoja quiero quedar. O tal vez sí lo sé, pero hablar con un nudo en la garganta no es lo mío.

Con Corso es todo mucho más fácil. Nunca piensa tanto como tú, ninguno de los dos se obsesiona. A veces pienso que mi sitio está a su lado, que es con él con quien quiero estar. Que él me entiende porque entiende que no hay nada que entender. Con Corso es más fácil, él no disparó. Estuvo rápido, todo hay que decirlo. Se dio mucha prisa en armar una historia a nuestra medida. Yo dije que sí, que me parecía bien. Y que no había pasado nada más. Pero pasó. Pasó y lo sabes.

Te pones a hablarle de la culpabilidad a esa mujer, del desahogo de la confesión ese que te niegas para cubrirme. Sé que guardas silencio por mí, para no descubrirle a nadie lo que me pasó. Todos querrían saber el motivo, a nadie le cabría en la cabeza que un policía metódico de cabeza fría como tú fuese por ahí pegando tiros alegremente. Tu confesión pasa forzosamente por la mía. Gracias por tu silencio aunque te esté costando la vida, aunque estés tan desquiciado que te estás perdiendo a ti mismo y a mí por el camino.

—Pobre mujer—se burla Corso—, que iba a una boda y ha acabado en el psicoanalista.

Me río por lo bajo porque es más fácil que admitir lo que me mueves por dentro. Ya lo sabes, con Corso siempre es todo más fácil. Bueno, quizá no todo. O sí es más fácil, pero no mejor ni viene a cuento. Me río porque la risa bloquea el sufrimiento o así es como debería ser. Si me estoy riendo, significa que no puedo estar mal, que aún soy capaz de entender las bromas y disfrutar con ellas. Aunque no sea verdad. Aunque en el fondo piense lo tremendamente guapo que estaría Corso con la boca cerrada y una buena patada en los huevos.

—Mario necesita decir la verdad—te justifico.
—Sí, pues como diga la verdad, nos vamos a ir los tres a un sitio estupendo de vacaciones.

Siempre tan abnegado, tan generoso. Siempre pensando en los demás, nunca en sí mismo. Así es Corso. Duele saber cuánto conoce mis puntos flacos y cómo es capaz de explotarlos. Con él casi siempre casi es todo es más fácil. Por eso le dejo acariciarme el hombro sin apartarme, porque me da igual. Él no apretó el gatillo. Él no me odia, él solo me tiene lástima y la compasión pura la acepto mucho mejor que cuando me la das tú envuelta en asco por los dos juntos y separados.

En el fondo creo que haces bien odiándome, ojalá pudieras hacerlo un poquito más. Así te marcharías de aquí y tú sí podrías ver el sol, conocer a otras y que ellas sí fusen capaces de sonreírte de verdad. Debería dejarte ir. Lo intento, yo lo intento, pero tú nunca te vas de mi lado por mucho que no haga más que señalarte mi puerta abierta. No vas a traspasar el umbral tú solo y a mí me falta el valor para echarte a patadas. Soy así de cobarde, ya me conoces. Por eso no te vas a marchar, porque sabes que no sabría estar sin ti. Que no mentía cuando te dije que te quiero y te necesito.

Me meto un poco de veneno en el cuerpo y no me refiero a la nicotina. La cafeína disuelta en este líquido parduzco e imbebible mal llamado café seguramente será peor que una buena dosis de alquitrán en los pulmones. Paso por tu lado sin mirarte. No me apetece reconocer tu presencia, es más fácil fingir que no estás ahí, que te has ido de comisaría, quién sabe si de mi lado. Aunque de mi lado no vas a marcharte. No te irás, ya lo estoy viendo. Prefieres quedarte junto a mí, bien jodidos los dos, que tirar la toalla y admitir la derrota. De hecho, siguiendo con la metáfora pugilística, ya vuelves a por otro asalto.

—Leo…—Me giro apenas y murmuro un “¿Mmm?”, lo bastante como para indicarte que te he oído pero que prefiero no escuchar lo que puedas ir a decirme—Antes, cuando dijiste que… que… Leo, por favor.

No me dejas otra opción. Tengo que volver todo el cuerpo para quedar cara a cara contigo. Me quieres tener mirándote a los ojos no sé bien para qué. Espero que no sea otra de tus estúpidas frases de apoyo, sino la promesa de que olvidarás, de que tú pasarás tu página, yo la mía y podremos seguir adelante los dos, espero que juntos. No soportaría estar sin ti aunque a ratos parezca todo lo contrario. Te necesito, Mario. No me dejes. No me dejes, por favor. Te quiero. Perdóname por hacerte tanto daño. Perdóname por no saber decírtelo. Cuídame, quiéreme. Perdóname. Te quiero.

—Antes cuando dijiste que… tú y yo juntos podríamos superar esto… ¿lo decías de verdad?

Las palabras no me alcanzan los labios. Quiero hablar, créeme, pero no puedo. No sé qué le ocurre a esta garganta mía, que no responde. No entiendo qué les está pasando a mis labios, pero se niegan a despegarse más que para configurar una cara de asombro junto con esos párpados que se me levantan hasta dejarme unos ojos enormes, esos que siempre dices cuánto te gustan y cómo brillan. Y entonces, yo siempre me río, te tacho de cursi, de moñas de mierda, pero me encanta. En el fondo me encanta que lo digas. Tú también lo sabes, ¿verdad? Sabes que me gusta oírtelo, que lo necesito. Que me hace sentir tan querida como este gesto. Quieres estar conmigo.

—Juntos… Los dos… juntos…—balbuceo tan para mí que por un momento dudo de si me has oído o no, pero tus ojos me dicen que sí.
—Sí, Leo. Los dos juntos, tú y yo. ¿Qué te pasa?—me escupes con una violencia que me hace recular y te llena la mirada de culpabilidad y arrepentimiento—Perdona, no…
—No, no es… ¿Juntos, Mario? ¿Juntos? ¿De verdad quieres estar conmigo?
—Pues claro. La pregunta es, ¿quieres estar tú conmigo? Di, ¿quieres que pasemos esto juntos? No voy a poder olvidar, eso te lo digo desde ya. No me lo pidas, porque no voy a olvidarme. Pero intentaré que no nos afecte. Lo hemos pasado muy mal, sobre todo tú, pero ya está. Tenías razón, ya está.

No te lo crees ni tú. Me dices todo eso para que me calme, para descargarme de la responsabilidad. Te vas a seguir sintiendo culpable mientras vivas. Solo cuando yo ya vaya mejorando tú podrás ir sintiéndote algo mejor, pero aun así ni tú ni yo podremos ser ya los mismos. La vida nos ha cambiado, nos ha llenado el cuerpo de cicatrices. Lo de ahora ni siquiera son cicatrices, son heridas que prometen enquistarse. Habrá que desbridar, ¿te atreves? Yo te ayudo con las tuyas si tú me ayudas con las mías.

Me sonríes y creo que tal vez no haya tanta mentira en tus palabras. Ya está. Ya está, se acabó. Se acabaron las comidas de tarro, los gestos ariscos, mi huirte en la cama desde aquel día. Sigue sin brillar el sol, tardará en volver a asomar sus rayos por mi vida, pero a cambio te tengo a ti. ¿Sabrás perdonarme algún día? Porque yo ya te he perdonado. Habrá momentos en que no, en que vuelva a atrás y te odie de nuevo, pero se irán. Yo haré que se marchen y me quedaré contigo. Ya no tendrás que correr detrás de mí ni rogarme que te quiera cuando debería ser al revés. Me jode, me duele, me revienta admitirlo y no pienso decírtelo en voz alta, pero te quiero. Me he enamorado de ti, ya está. Se acabó, ahí tienes tu confesión.

—¿Qué me dices, Leo? ¿Qué tienes que decir?

No me había dado cuenta, pero no he movido un músculo desde tu declaración de intenciones. No sé qué estarás pensando de mí y mi congelación. Probablemente lo que no es. Creerás que no te quiero, que quiero que termines con esto ya de una vez para poder seguir adelante en solitario o, peor aún, echar a correr a los brazos de Corso. Jamás podría. Corso no tiene ni puta idea de nada y prefiero que siga sin tenerla. Él también estaba ahí, lo vio todo y piensa que sabe lo que es. Se equivoca. Él no fue el primero en verme. Él no apretó el gatillo.

—Que sí—pío a volumen mínimo. Me vuelve a fallar la voz. Trago saliva y asiento mirándote fijamente a los ojos—. Sí. Juntos. Juntos vamos a poder, ya lo verás. Tú y yo, los dos juntos.

Suspiras con la carita llena de alivio y me abrazas con fuerza. Por un momento me coges desprevenida y doy tal respingo que por poco termino en el techo aunque te haya visto venir. Tendré que acostumbrarme a no retroceder, solo es cariño, no una amenaza. Lo conseguiré, esto también podré arreglarlo contigo. Aflojas la presión al percibir mi rigidez, pero notarme pegándote más a mi cuerpo hace que la vuelvas a aumentar. Me encanta el olor de tu loción de afeitado. Será una chorrada que no viene al caso, pero te queda muy bien. Aunque todo, todo te queda bien. Incluso cuando no lo llevas puesto, cuando me abrazas con tu cuerpo desnudo y por un momento parece que todo tiene sentido, que la vida funciona. Que el mundo está bien hecho.
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Atiram Jue Mayo 21, 2009 4:04 pm

Crying or Very sad Crying or Very sad Crying or Very sad

A ver cómo te digo todo lo que he pensado cuando lo he leído. Tenía que haber ido apuntándolo...
Odio y adoro a Leo a partes iguales. Está jodida y no ve que a la vez jode a Mario, que sí, que ella se ha llevado la peor parte, pero Mario tiene también lo suyo. No se trata del disparo, es que Mario ha encontrado a su novia violada. Pero entiendo su forma de pensar, es difícil pensar en nadie cuando tú misma no eres capaz de hacerlo en ti.
A Mario también le mataría. Vale que no esté orgulloso, pero coño, todos sabemos que en el fondo no se arrepiente de haberse cargado a Escobar, qué le costaba decírselo a Leo.

Aurora, me ha encantado la angustia que transmite Leo, duele leerla, hace daño comprobar lo rota que está. Y no la falta razón cuando dice que con Corso es más fácil, porque él no dispara y no carga con ese peso y, aunque estuviese enamorado de ella, no han violado a su novia con la que tenía planes de futuro (más o menos definidos).

Pobrecita... prométeme que lo consigue, que lo consiguen, que Mario y ella superan esto y pueden ser felices Crying or Very sad Crying or Very sad Crying or Very sad Crying or Very sad


Eres una artista, pero eso ya lo sabes Wink Olee Olee
Atiram
Atiram
Mandamás

Localización : Valladolid

http://atiram1985.blogspot.com/

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 4:08 pm

Embarassed Embarassed Embarassed Embarassed Gracias... Si te ha angustiado leer a Leo, sonará fatal, pero me alegro. Es justo lo que pretendía, por algo está el narrador en una segunda persona que surge de ella. Acabarán bien, yo creo que estos dos anormales están hechos para estar juntos y por eso me volví Lemans a pesar de Leo.
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 10:51 pm

Joe tia!!! sabes q soy Corleone a muerte, pero me ha encantado. Además es q has sido capaz d situarme y centrarme desde la frase 1 y Leo tal cual es, con sus dudas, sus miedos y sus desplantes q en el fondo les da para mantener su coraza de chica dura. Me has dejado sin palabras.
Bravo Aurora, Olee
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 10:58 pm

Embarassed Gracias. Viniendo de una Corleone es todo un elogio (no es que a ti te valore menos, Ruth, pero tú eres de las mías Wink ). No sabía si iba a ser capaz de darle la vuelta a la tortilla, que la escena de la ruptura encajaba tan bien que me parecía imposible, habría sido más fácil cambiar desde el "yo no te pedí que lo hicieras" del principio, pero, como friki maldita que soy, admito que me he quedado empanada mirando el capítulo sin más que las dos frases del principio copiadas y he dicho "bah, vamos a seguirlo".

Leo es un amorcito. Asquerosona como ella sola, pero un amorcito a fin de cuentas. Me encanta escribirla aunque a ratos la mataría a collejas o precisamente por eso.
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 11:02 pm

Plenilunio escribió:Leo es un amorcito. Asquerosona como ella sola, pero un amorcito a fin de cuentas.
jejeje me ha encantado, pero es q es así, no hay otra forma de describirla. pero creo q en el fondo es eso lo q nos gusta, q sea tan complicada. Twisted Evil
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 11:08 pm

Pero es tan complicada que se hace fácil, siempre sabes qué esperar de ella y por dónde te va a salir. Mario, que no deja de pensar hasta que le duele el cabezón y se le fríen las neuronas, es mucho peor.
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 11:09 pm

Pues sí, pero creo q en el fondo el personaje más fácil y simple (a la hora de encontrar) es el de Corso, coraza, fachada de tío duro al q todo se la pela, pero en el fondo le duele como al resto. Sad
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Atiram Jue Mayo 21, 2009 11:11 pm

1º. Aurora, me voy a poner celosa Crying or Very sad Crying or Very sad
2º. No creo que Leo sea más fácil de escribir que Mario, me niego. Será que soy igual de cansina que él a la hora de pensar las cosas, pero me parece más sencillo saber por dónde saldrá Mario que Leo.
3º. Señorita Corleone, de acuerdo contigo. El más simple es Corso, pero aún así no creo que sea tan sencillo de escribir como parece.

No tengo nada más que decir Razz
Atiram
Atiram
Mandamás

Localización : Valladolid

http://atiram1985.blogspot.com/

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 11:13 pm

hombre, a la hora d escribir todos tienen su cara y su cruz, pero seguro q cuando estáis más de acuerdo con uno q con otro, sale solo, por muyyyyyyyyyyyyyy difícil y complicado q sea el personaje.
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Plenilunio Jue Mayo 21, 2009 11:14 pm

Yo a ratos asimilo Corso a Leo, pero con diferencias muy grandes. Además, Leo se me ha ganado por completo aunque juro que yo no quería, que odiarla me era mucho más fácil. A Corso le sigo teniendo una tirria brutal Twisted Evil

Ruth, no creo que sea el cansinismo, que diría mi hermana. Yo soy igual de petarda que Mario para eso, venga a darle mil vueltas a las cosas, raca-raca-raca-raca, pero para escribir prefiero a Leo. Me es más cómoda y me entiendo mejor con ella por mucho que mi modo de ser y el suyo no tengan nada que ver. Pero mola ponerse su careta a ratos y decir "ole ahí".
Plenilunio
Plenilunio
Mandamás

Localización : al teclado

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Atiram Jue Mayo 21, 2009 11:18 pm

Leo y Corso se parecen demasiado en muchas cosas. Por eso ella acaba con Mario, no es que los polos opuestos se atraigan, es que estar con una persona que es igual que tú acaba por hacer que la odies. De todas formas nunca me he parado a pensar desde la perspectiva de Pablito... quizás así entendiese algunas cosas.

Yo sigo diciendo que me siento más cómoda con Mario, aunque todos los frentes que tengo abiertos ahora son con Leo... misterios de la humanidad. Plen, me temo que tú tienes la culpa Razz

Por cierto, señorita Corleone ¿para cuándo un fic tuyo?
Atiram
Atiram
Mandamás

Localización : Valladolid

http://atiram1985.blogspot.com/

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 11:22 pm

Ruth, como dicen en t5.... PASAPALABRA jejeje no lo sé la verdad. Como ya te dije, yo tb tengo un grannnnnnnnn Arrow frente abierto, demasiado amplio, pero supongo q podría adaptar algo para deleitaros Cool ejejejje (no tengo abuela eh?? jeje) Fuera coña, supongo q mi Laurita (la d mi fic) podría cambiarse momentaneamente de nombre, aunqe lo mio son los dialogos y no la narrativa Embarassed
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Atiram Jue Mayo 21, 2009 11:43 pm

Siempre puedes probar a escribir algo más breve, que lo de adaptar es un coñazo... Venga, venga!! Angelito Angelito Angelito
Atiram
Atiram
Mandamás

Localización : Valladolid

http://atiram1985.blogspot.com/

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Vyra Jue Mayo 21, 2009 11:45 pm

es q lo breve no me va jejeje, me pasa lo q a vosotras, empiezo con una cosa y se me ocurren 300 mas para algo totalmente distinto. me voy por los cerros de Úbeda XD
Vyra
Vyra
Caso grave
Caso grave

Localización : Valladolid

Volver arriba Ir abajo

Yo no te lo pedí (Lemans) Empty Re: Yo no te lo pedí (Lemans)

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.